Primero que nada una confesión: mi romance con Rod Stewart duró varios años y cuando digo romance me refiero a que traía todos sus cassettes (como 15 de ellos) en mi Volkswagen en los años ochenta. Con mi estéreo y mis cuatro bocinas era una fiesta circular por el periférico a 8 o 10 Kms/Hora, traía una fotografía de él en mi tapasol para darme apoyo moral cuando algo me salía mal y me tocó verlo en concierto (uno de mis puntos mas altos de mis años veinte), el otro fue conocer a mi esposa. Así que puedo decir sin problema que hablo con experiencia de su carrera, desde sus inicios, sus colaboraciones con Jeff Beck y sus álbumes pop de los años ochenta producidos por Michael Omartian (me gustan) .
Para mi su declive comenzó en 1991 cuando realizó Unplugged…and Seated y después realizó álbumes en los que apelaba a una audiencia madura (es lógico) pero ahí lo dejé, no es lo mío escuchar covers de Dean Martin o Frank Sinatra.
Llega 2021 y en medio de esta epidemia mundial (recién comienza la cuarta ola en Europa) aparece The Tears of Hercules su nuevo álbum realizado en colaboración con el guitarrista y productor Kevin Savigar con quien compone casi todo el álbum y que ha estado en varias etapas junto al «escocés volador».
De lejos parece el retorno al Rod festivo, el que le cantaba a las mujeres de largas piernas y que le pedían mas a gritos en medio de la noche «Hot Legs» y sí en efecto escuchas canciones como «Gabriella» donde dice: «You slid right up and whispered in my ear: «There’s business to be done, And I think you’re the one, Can I come into your room without fear?»» con sus dos solos de guitarra y se siente bien. O la que da inicio al álbum «One More Time» que apela al pop ochentero pero comienza el declive muy pronto cuando canta «All my Days» acompañado de MARIACHI y nos dice que se quiere retirar a México en na cabaña con vista al mar hasta llegar a la canción principal que, creo, es una oda a su padre «Tears of Hercules» que ya es algo para ancianos y ni hablar de la canción de Johnny Cash «These are my People» a la que le agregó gaitas escocesas (él es de allá) y la echó a perder. Puntos buenos: «Some Kind of Wonderful» (me gusta mas el cover de Grand Funk), «Born to Boogie» que es un tributo a Marc Bolan con letra muy infantil y «Hold On» un tributo a Sam Cooke que suena, y mucho, a su cover de «People Get Ready» que realizó con Beck.
En fin un álbum con altibajos, pero no podemos decir que Rod Stewart regresó, aunque si lo hizo en algunas de estas canciones. Por cierto, sus letras no llevarán a ganar ningún premio, no son su fuerte.
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