Duran Duran nunca se ha ido completamente, Simon LeBon, el cantante, ha seguido incesantemente dando conciertos llenos de nostalgia por todos los que vivimos la era New Wave y sus trajes brillantes y el pelo engominado. John Taylor en el bajo sigue a su lado y Roger Taylor en la batería también. Nick Rhoades en teclados sigue ahí y solo falta del equipo original el guitarrista, excelente, Andy Taylor que trae pleito con ellos por el nombre.
Este 2021 nos encontramos con un álbum mas, pero no cualquier álbum, su número 15 llamado Future Past seis años después de Paper Gods. Debo confesar que fui fanático de sus primeros cuatro álbumes y desde mediados de los años ochenta les perdí la pista.
Aquí tenemos un producto pulido en producción que no tiene nada menor que sus primeros álbumes y que nos muestra un grupo aun fuerte, unido, han tocado juntos por casi 40 años por lo que conocen sus fortalezas.
Todo el álbum destaca por su producción a cargo, entre otros, de Graham Coxon guitarrista de Blur y en algunos tracks el famosísimo Giorgio Moroder los puso al centro de la pista de baile con todo y su bajo «picado».
Me gustó demasiado y aunque no es un álbum espectacular sus colaboraciones con la cantante sueca Tove Lo y la rappera Ivorian Doll destacan además que puedes cantar con el coro del grupo japonés de Chai que hacen fondo en una de las canciones. ¿La joya? el final con una balada «Falling» con el piano de Mike Garson que nos muestra porqué David Bowie lo eligió para su álbum de Aladdin Sane. Una canción melancólica con un bajo que te sigue a lo largo de toda la canción.
Definitivamente una joya en este 2021 que está cerrando de buena manera. 4/5 estrellas.
Este 2021 nos encontramos con un álbum mas, pero no cualquier álbum, su número 15 llamado Future Past seis años después de Paper Gods. Debo confesar que fui fanático de sus primeros cuatro álbumes y desde mediados de los años ochenta les perdí la pista.
Aquí tenemos un producto pulido en producción que no tiene nada menor que sus primeros álbumes y que nos muestra un grupo aun fuerte, unido, han tocado juntos por casi 40 años por lo que conocen sus fortalezas.
Todo el álbum destaca por su producción a cargo, entre otros, de Graham Coxon guitarrista de Blur y en algunos tracks el famosísimo Giorgio Moroder los puso al centro de la pista de baile con todo y su bajo «picado».
Me gustó demasiado y aunque no es un álbum espectacular sus colaboraciones con la cantante sueca Tove Lo y la rappera Ivorian Doll destacan además que puedes cantar con el coro del grupo japonés de Chai que hacen fondo en una de las canciones. ¿La joya? el final con una balada «Falling» con el piano de Mike Garson que nos muestra porqué David Bowie lo eligió para su álbum de Aladdin Sane. Una canción melancólica con un bajo que te sigue a lo largo de toda la canción.
Definitivamente una joya en este 2021 que está cerrando de buena manera. 4/5 estrellas.