Escenas como la de arriba serán muy pronto del pasado para muchos adolescentes en Nueva Zelanda, ya que los padres de menores de 18 años que permitan jugar a sus hijos videojuegos violentos, aun en su propio hogar, serán sujetos de que la ley los condene hasta tres meses de cárcel o una multa de $10,000 (dólares de por allá). Y el Jefe Censor Bill Hastings enfatiza:
Pueden pensar que la ofensa es tonta, pero no lo es.
Y aun dice mas enfático:
Yo creo que la palabra juego puede engañar a muchos, no son damas españolas
Asi que la controvertida ley se queda por el momento en ese pequeño país y se comenzará muy pronto a poner clasificación como las películas a los videojuegos. Como blogger estoy asustado del nivel de violaciones a la privacidad que se están realizando, pero como padre, creo que tal vez creo que Bill tiene un punto a su favor. ¿Que opinas?
Hola Carlos.
Sigo tu blog regularmente pero esta es la primera vez que opinio en el.
Soy jugador ya de varios añitos de videogames; como un negocio los desarrolladores de estos nos venden juegos mas adultos para los que comenzamos con un atari cuando decir video juego era cosa de niños… eso ya no es asi y parece que no nos a entrado en la cabeza.
Hace años que los video juegos tienen clasificaciones como las peliculas y un sistema calificador riguroso, lamentablemente los padres no hacen caso (o no saben) de dichas clasificaciones, ojala esa ley siga adelante y castigue a esos papas consentidores de niños que hacen sus pucheros y pataletas si no le compran lo que quieren.
Esa es mi opinion.