Aunque hace mucho que el Internet llegó al Vaticano (fueron unos muy early adopters) no había aparecido una Enciclopedia tan interesante como la de Santopedia que requiere el esfuerzo de fieles y laicos hagiógrafos para poder completar la vida de todos los santos (que deben de ser decenas de miles) de tal manera que el esfuerzo de la comunidad pondrá toda la información conocida sobre San Martín de Porres o tan poco como El Beato Juan del Báculo. De cualquier manera es una apuesta interesante por parte de la Iglesia por no perder relevancia.