Tangerine Dream por Ouija

raum

Puntuación: 3.5 de 5.

Tangerine Dream fue fundado en Alemania en 1967 por Edgar Froese y tuvo como compañeros de viaje a Klaus Schulze y Chris Franke entre otros. Tuvo su mejor momento cuando grababa para el sello Virgin en los años setenta y ya en la década de los ochenta transicionaron a realizar soundtracks de películas. Todo eso se detuvo cuando Froese falleció en el 2015. ¿Crees que eso es un obstáculo para el grupo? Por supuesto que no.

El nombre ahora le pertenece a Thorsten Quaeschning un tecladista que colaboró varios años con Froese en TD y quien ahora es el heredero de su legado y nos dice que cuenta con cuadernos, partituras e ideas que el mismo Froese le dejó para seguir adelante haciendo álbumes (este es el segundo ya sin Froese).

Aquí se hace acompañar por Paul Frick en sintetizadores y por Hoshiko Yamane en el violín eléctrico con lo que la música logra otra textura que solo Jean-Luc Ponty nos había mostrado anteriormente.

No tengo todos los álbumes de Tangerine Dream, ta vez nadie los tenga, son varias decenas, pero tengo los principales y hay que hacer una aclaración aquí: sus álbumes son momentos musicales no diseñados para ser tocados posteriormente en concierto, de hecho cada álbum es un concierto improvisado y nadie como Tangerine Dream para el Progresivo Electrónico.

Raum que es este álbum del 2022 está dividido en siete secciones cada una muy definida siendo la principal «In 256 Zeichen» (en 256 signos) con sus secuenciadores y un violín realizando escalas sustraídas sigilosamente de Bach y girando alrededor de ellas. Una gran producción. «Continuum» es la repetición levada al máximo y la sección llamada «Raum» que da título al álbum es un guiño a la música que Tangerine Deam realizaba en su mejor álbum, «Phaedra» con su secuenciador Moog y su Roland Jupiter te trae recuerdos.

Solo por la nostalgia le damos 3.5/5 estrellas.

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