En la cúspide de su carrera recuerdo al primer ministro sueco en una entrevista comentando que las principales industrias que traían divisas al país eran: Volvo, ABBA y Electrolux, en ese orden, es decir el grupo sueco generaba dólares un poco por abajo de la planta automotriz de Gotemburgo que enviaban automóviles a todo el mundo. Y eso porque era éxito tras éxito: «Dancing Queen», «Chiquitita», «Waterloo», etc. Actualmente Max Martin el compositor y productor sueco no debe de andar lejos por sus mas de 40 canciones en el número uno del pop mundial pero esa es una historia para otro día.
La máquina de ABBA se detuvo en 1981 con su último álbum The Visitor, no puedo decir que algún día tuve un álbum de ellos pero conozco todos y cada uno de sus éxitos y he visto un par de veces Mamma Mia I y II (por favor no pregunten) así que soy un conocedor en la materia y me tomó por sorpresa saber que teníamos un nuevo álbum del grupo en este 2021 ya que son septuagenarios y bastante ricos ¿cual es su motivación entonces?
La idea de hacer un álbum mas (tal vez el último) es porque el año pasado traían un proyecto llamado ABBAtars que era un concierto de ABBA de 1979 utilizando versiones holográficas de ellos y decidieron componer un par de canciones nuevas para «sazonar» la experiencia, que son las primeras dos de este álbum, al ver que sonaban bien decidieron realizar un álbum completo, así que Benny y Björn convencieron a Agnetha y Anni-Frid de cantar en él, a lo cual consintieron siempre y cuando no hubiera una gira.
Así que cuarenta años después de su última producción tenemos Voyage y hay cosas que agradecer aquí: una de ellas es que no cayeron en la tentación de invitar a un rappero o, peor aun, a un reggaetonero que los hiciera famosos en YouTube, lejos de eso, conservaron su estilo de producción de los años setenta y agregaron cuerdas como si la música disco nunca se hubiera ido y el resultado es un álbum decente al que cualquier fan puede acceder sin problema. Parece que fue grabado en esas fechas en las que el grupo era grande.
No hay canciones que destaquen aquí, tal vez «Don’t Shut me Down» o «Just a Notion» sean un éxito pero es un álbum muy balanceado con melodías que te llevarán muy atrás. No ganarán fans nuevos pero los que ya tienen se lo agradecen.
Muchas influencias de música clásica como el vals de «Ode to Freedom» o el staccato tipo Bolero de Ravel de la melosa «Bumblebee».
Si eres fan, que no veo otra razón de comprar este álbum, le darás 4/5 y lo pondrás muchas veces en tus audífonos. Son leyenda.
Esta es la canción que suena al final de este corto álbum, 37 minutos, y se despiden en una nota alegre.
La máquina de ABBA se detuvo en 1981 con su último álbum The Visitor, no puedo decir que algún día tuve un álbum de ellos pero conozco todos y cada uno de sus éxitos y he visto un par de veces Mamma Mia I y II (por favor no pregunten) así que soy un conocedor en la materia y me tomó por sorpresa saber que teníamos un nuevo álbum del grupo en este 2021 ya que son septuagenarios y bastante ricos ¿cual es su motivación entonces?
La idea de hacer un álbum mas (tal vez el último) es porque el año pasado traían un proyecto llamado ABBAtars que era un concierto de ABBA de 1979 utilizando versiones holográficas de ellos y decidieron componer un par de canciones nuevas para «sazonar» la experiencia, que son las primeras dos de este álbum, al ver que sonaban bien decidieron realizar un álbum completo, así que Benny y Björn convencieron a Agnetha y Anni-Frid de cantar en él, a lo cual consintieron siempre y cuando no hubiera una gira.
Así que cuarenta años después de su última producción tenemos Voyage y hay cosas que agradecer aquí: una de ellas es que no cayeron en la tentación de invitar a un rappero o, peor aun, a un reggaetonero que los hiciera famosos en YouTube, lejos de eso, conservaron su estilo de producción de los años setenta y agregaron cuerdas como si la música disco nunca se hubiera ido y el resultado es un álbum decente al que cualquier fan puede acceder sin problema. Parece que fue grabado en esas fechas en las que el grupo era grande.
No hay canciones que destaquen aquí, tal vez «Don’t Shut me Down» o «Just a Notion» sean un éxito pero es un álbum muy balanceado con melodías que te llevarán muy atrás. No ganarán fans nuevos pero los que ya tienen se lo agradecen.
Muchas influencias de música clásica como el vals de «Ode to Freedom» o el staccato tipo Bolero de Ravel de la melosa «Bumblebee».
Si eres fan, que no veo otra razón de comprar este álbum, le darás 4/5 y lo pondrás muchas veces en tus audífonos. Son leyenda.
Esta es la canción que suena al final de este corto álbum, 37 minutos, y se despiden en una nota alegre.