A Thousand Ships – Natalie Haynes

La lista de libros que han aparecido estos últimos años contando de una y mil diferentes maneras lo que sucedió en la Grecia clásica es impresionante y la calidad de los mismos ha sido consistentemente buena.
Natalie Haynes no decepciona con este libro del que no podrás menos que enamorarte ya que nos cuenta la historia de la guerra de Troya pero vista solamente a través de sus mujeres: diosas, reinas, princesas, esclavas, esposas y tomando de referencia no solo lo escrito en La Ilíada, La Odisea y La Eneida (que sería lo mas obvio) sino que recurrió a Eurípides, Esquilo y algún que otro oscuro texto en el que se menciona de pasada a alguna de dichas mujeres.
Es una clasisista cuyo trabajo ha sido poner en contexto la antigüedad para el lector contemporáneo.
Por estas páginas desfilan todas esas mujeres, no menos heroicas que los hombres que lucharon, desde la fiel Penélope en su eterna espera hasta las diosas cuyo pleito por la manzana de la discordia es contado de manera comiquísima en su capítulo.
Casandra, Creusa, Clitemnestra, Thetis (que tuvo la idea de hacer una guerra), la bellísima Briseida de la que poco se sabe pero los libros que la alaban son muchos y por supuesto Helena de Troya, sin embargo encontré el personaje de Hécuba como uno de los mas poderosos por la tragedia de perder a sus hijos y a su marido pero, merced de la sabiduría de Odiseo, logra una venganza que satisface hasta al lector mas entumecido a la tragedia.
Un libro lírico (Canta, oh musa) ideal para quien se olvida que la pata mas fuerte de la mesa marital es la que parece mas frágil.
5/5 estrellas para A Thousand Ships que me hizo olvidar por algunos días los tiempos procaces y cínicos que nos ha tocado vivir.

Pero esta es una guerra de mujeres, tanto como la de los hombres, y el poeta mirará su dolor – el dolor de las mujeres que siempre han sido relegadas a los bordes de la historia, víctimas de hombres, sobrevivientes de hombres, esclavos de hombres – y él lo contará, o no dirá nada en absoluto. Han esperado lo suficiente para su turno.

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