También en la TV hay música y Netflix nos presenta esta película llamada «Eurovision; the story of fire saga» que solamente puede entenderse y disfrutarse en estos tiempos de confinamiento en casa. De otra manera solo hubiera sido otra historia chabacana que hubiéramos evitado a toda costa.
Un actor que odio sinceramente, Will Ferrell, no me gusta su comedia, y una actriz que se está convirtiendo en un tesoro en Hollywood y que quiso mostrar su vena cómica; Rachel McAddams que no cesa de estar hermosa a pesar de que los años pasan protagonizan esta historia que es una declaración de amor de Ferrell al concurso de canto Eurovision que se lleva a cabo cada año en mayo desde 1956 y solo este año fue cancelado por obvias razones y que se parece al que Raul Velasco organizaba cada año para los paises de América en los años setenta.
Ferrell está casado en la vida real con una europea que le presentó el concurso y se hizo fan del mismo. decenas de países mandan cada año su canción participante y compiten por ser la mejor canción de ese año y el concurso se ha abierto a paises no europeos como Israel y Australia y se que se organizan fiestas entre amigos en la que circula el alcohol y se elevan los ánimos cada año en las semifinales, que duran dos horas y sobretodo la final que dura cuatro horas.
Esta comedia nos trae a un par de islandeses que desde niños juraron ganar el concurso de Eurovisión y al crecer forman una banda, bastante mala, que por alguna razón termina como representante de Islandia a Eurovisión, cumpliendo el sueño de ellos y en el camino a la gran final pasan todo tipo de cosas. La música, que es lo que nos trae por estos rumbos, es una mezcla de canciones y ganadores pasados de este concurso desde la mítica «Waterloo» de ABBA hasta Cher y muchas canciones que solo los seguidores de este concurso las reconocerán. La canción que ofrecen al festival es bastante buena y es imposible sacarte de la cabeza la de «Ja Ja Ding Dong» una vez que la escuchas.
7/5 estrellas porque hay pandemia.
Un actor que odio sinceramente, Will Ferrell, no me gusta su comedia, y una actriz que se está convirtiendo en un tesoro en Hollywood y que quiso mostrar su vena cómica; Rachel McAddams que no cesa de estar hermosa a pesar de que los años pasan protagonizan esta historia que es una declaración de amor de Ferrell al concurso de canto Eurovision que se lleva a cabo cada año en mayo desde 1956 y solo este año fue cancelado por obvias razones y que se parece al que Raul Velasco organizaba cada año para los paises de América en los años setenta.
Ferrell está casado en la vida real con una europea que le presentó el concurso y se hizo fan del mismo. decenas de países mandan cada año su canción participante y compiten por ser la mejor canción de ese año y el concurso se ha abierto a paises no europeos como Israel y Australia y se que se organizan fiestas entre amigos en la que circula el alcohol y se elevan los ánimos cada año en las semifinales, que duran dos horas y sobretodo la final que dura cuatro horas.
Esta comedia nos trae a un par de islandeses que desde niños juraron ganar el concurso de Eurovisión y al crecer forman una banda, bastante mala, que por alguna razón termina como representante de Islandia a Eurovisión, cumpliendo el sueño de ellos y en el camino a la gran final pasan todo tipo de cosas. La música, que es lo que nos trae por estos rumbos, es una mezcla de canciones y ganadores pasados de este concurso desde la mítica «Waterloo» de ABBA hasta Cher y muchas canciones que solo los seguidores de este concurso las reconocerán. La canción que ofrecen al festival es bastante buena y es imposible sacarte de la cabeza la de «Ja Ja Ding Dong» una vez que la escuchas.
7/5 estrellas porque hay pandemia.