La cuarentena nos ha dejado fuera de la rotación normal en materia de producción musical. Hasta el momento solo promesas de tiempos mejores que vendrán: Lorde y Megadeth han anunciado sus nuevos albumes en cuanto termine esto y Yo estoy bien con eso y espero lo que sea necesario.
Lo que nos deja con otras alternativas en materia musical y una de ellas es en el cine ya que tenemos algunas novedades que vale la pena anotar en ese sentido y la primera es la película «The High Note» que recién salió el pasado 29 de mayo y trata sobre el actual mundo de la música en la ciudad de Los Angeles y con actuaciones de personajes de la realeza de la farándula y el cine.
Estamos aquí frente a una cantante soul ya madura llamada Grace Davis interpretada por la hija de Diana Ross, Tracee Ellis Ross, que se parece bastante a su madre y da una interpretación satisfactoria de alguien que ya pasó su pináculo y quiere de alguna manera detener el final de su carrera como cantante. Su asistente personal es la joven soñadora Maggie Sherwoode enamorada del soul primigenio: Aretha Franklin, Sam Cooke, etc. interpretada por Dakota Johnson, hija de Melanie Griffith y Don Johnson y redondeando el elenco tenemos a un Ice Cube alejado de su cine de risa fácil como el manager de nuestra artista.
Grace Davis ya solo puede esperar un álbum de grandes éxitos y que la envíen a hacer una residencia a Las Vegas lo que equivale en la vida real a hacer dinero pero cantar diariamente para un montón de personas maduras que la conocieron en sus mejores años, pero, aquí, llega nuestra joven soñadora a decirle que no haga nada de eso y que ella le producirá un álbum mezclado y la hará tener la confianza suficiente para componer nuevas canciones y seguir hacia el futuro.
Todo esto suena bien pero desafortunadamente cae en un muy mal momento con todo este movimiento de Black Lives Matter. ¿Una mujer de color madura esperando ser salvada por una millenial blanca que es la única que la comprende en el mundo? ¿La La Land otra vez?
¿De donde saca tiempo Maggie para ser asistente personal (un trabajo de 24 horas diarias) para producir música, enamorarse, tener sexo y producir además a otro artista que… bueno vean la película.
Es solo una fábula mas musical, una comedia de errores en la que los personajes arquetípicos nos llevan a un desenlace de cuento de hadas. No tengo nada en contra del soul, lo uso muchas veces para correr y despertarme en las mañanas pero esta película pudo ser genial y solo es buena a secas. Aun así se antoja para estar en casa.
3/5 estrellas.
Lo que nos deja con otras alternativas en materia musical y una de ellas es en el cine ya que tenemos algunas novedades que vale la pena anotar en ese sentido y la primera es la película «The High Note» que recién salió el pasado 29 de mayo y trata sobre el actual mundo de la música en la ciudad de Los Angeles y con actuaciones de personajes de la realeza de la farándula y el cine.
Estamos aquí frente a una cantante soul ya madura llamada Grace Davis interpretada por la hija de Diana Ross, Tracee Ellis Ross, que se parece bastante a su madre y da una interpretación satisfactoria de alguien que ya pasó su pináculo y quiere de alguna manera detener el final de su carrera como cantante. Su asistente personal es la joven soñadora Maggie Sherwoode enamorada del soul primigenio: Aretha Franklin, Sam Cooke, etc. interpretada por Dakota Johnson, hija de Melanie Griffith y Don Johnson y redondeando el elenco tenemos a un Ice Cube alejado de su cine de risa fácil como el manager de nuestra artista.
Grace Davis ya solo puede esperar un álbum de grandes éxitos y que la envíen a hacer una residencia a Las Vegas lo que equivale en la vida real a hacer dinero pero cantar diariamente para un montón de personas maduras que la conocieron en sus mejores años, pero, aquí, llega nuestra joven soñadora a decirle que no haga nada de eso y que ella le producirá un álbum mezclado y la hará tener la confianza suficiente para componer nuevas canciones y seguir hacia el futuro.
Todo esto suena bien pero desafortunadamente cae en un muy mal momento con todo este movimiento de Black Lives Matter. ¿Una mujer de color madura esperando ser salvada por una millenial blanca que es la única que la comprende en el mundo? ¿La La Land otra vez?
¿De donde saca tiempo Maggie para ser asistente personal (un trabajo de 24 horas diarias) para producir música, enamorarse, tener sexo y producir además a otro artista que… bueno vean la película.
Es solo una fábula mas musical, una comedia de errores en la que los personajes arquetípicos nos llevan a un desenlace de cuento de hadas. No tengo nada en contra del soul, lo uso muchas veces para correr y despertarme en las mañanas pero esta película pudo ser genial y solo es buena a secas. Aun así se antoja para estar en casa.
3/5 estrellas.