¿Que mejor momento para la cadena Netflix de poner un show sobre sol, arena y bikinis que el momento en el que estamos todos encerrados y al asomarte por la ventana solo ves una calle vacía, automóviles estacionados y botes de basura?
Fue una jugada maestra porque absolutamente todos corremos desde el primer día a ver de que se trata este show y la filmación es impecable. Los paisajes de Carolina del Sur en Estados Unidos te gritan: «ven, ven» mientras las olas, la arena y el estilo de vida de los «pogues» apelan a tu adolescente interno. Sin reglas, sin escuela, eternamente encima de una lancha pescando y divirtiéndose con una cerveza Pacífico en la mano.
Como show tiene elementos de los que ya se ha dicho muchas veces, desde La Isla del Tesoro hasta The Hardy Boys ya nos dieron un adelanto en libros de lo que veríamos aquí y «The Endless Summer» en el cine ya nos lo contó de mejor manera que en este misterio adolescente que nos es mas que un largo pretexto para ver al protagonista Chase Stokes sin camisa (si están en eso) u observar muy fijamente a Madelyn Cline en short o bikini (lo que no le hace daño a nadie, ni de lejos) pero aquí quiero dejar muy claro una cosa: la verdadera estrella de este show es el soundtrack del mismo. Calculado para que auditivamente sientas el «chill out» que estas viendo en pantalla: desde la guitarra extraña y lejana de mi grupo favorito texano después de ZZ Top: Khruangbin, hasta la banda indie inglesa: alt-J y el ritmo infeccioso de Cayucas entre otros.
Así que si no quieres ver el show no importa pero si quieres ir a correr o a caminar o simplemente te quieres relajar en casa con una _______ en mano (hay ley seca) este es el sountrack que estás buscando.