Ozzy Osbourne está pasando por un mal momento. En una gira hace dos años se cayó y tuvo que someterse a cirugía de cadera, además de una peligrosa infección pulmonar que casi lo arrastra a la tumba y este año con su diagnóstico de Mal de Parkinson cerró «con broche de oro» su lista de miserias.
Fue su hija Sharon la que viéndolo deprimido le pidió que hiciera un dueto con el cantante Post-Malone a quien El no conoce y se levantó de la cama y la canción «Take what You Want» fue un éxito por lo que pensó inmediatamente en hacer un álbum completo y ahí fue donde conoció a quien es su actual guitarrista y productor: Andrew Watt.
Su último álbum solista fue en el 2010 así que uno puede pensar que debería estar oxidado pero solo de escuchar la primera canción de este álbum «Straight to Hell», una de sus mejores canciones de toda la vida, se da uno cuenta que sigue bastante vivo con todo y solo de guitarra de Slash en medio.
Así que acompañado del excelente bajista Duff «Rose» McKagan de Guns n’Roses y de Chad Smith baterista de Red Hot Chilli Peppers se embarcó en grabar este álbum con un buen grupo de artistas invitados: Charlie Puth, Tom Morello, etc.
Las letras oscuras siguen siendo su fuerte y la voz sigue impecable a sus 71 años desde el grito de «Allright now» en su canción inicial que no escuchábamos desde la canción «Sweet Leaf» de Black Sabbath todo esto destila una energía que no esperas de un septuagenario.
Todo el álbum (con pocas excepciones) es excelente pero destacan la canción de inicio «Straight to Hell» y la excelente colaboración con Sir Elton John «Ordinary Man» que nos da una de sus mejores baladas rock por la que es tan conocido «Killer of Giants» y «No More Tears» vienen a la memoria. y los duetos con el susodicho Post-Malone y el excelente rappero, de mis favoritos, Travis Scott.
Este es un álbum de cuatro estrellas pero hay canciones aquí que son seguramente las mejores que ha escrito. Indispensable y por si tienes dudas dice que tiene listas las canciones del siguiente álbum en una entrevista con la revista NME.
Fue su hija Sharon la que viéndolo deprimido le pidió que hiciera un dueto con el cantante Post-Malone a quien El no conoce y se levantó de la cama y la canción «Take what You Want» fue un éxito por lo que pensó inmediatamente en hacer un álbum completo y ahí fue donde conoció a quien es su actual guitarrista y productor: Andrew Watt.
Su último álbum solista fue en el 2010 así que uno puede pensar que debería estar oxidado pero solo de escuchar la primera canción de este álbum «Straight to Hell», una de sus mejores canciones de toda la vida, se da uno cuenta que sigue bastante vivo con todo y solo de guitarra de Slash en medio.
Así que acompañado del excelente bajista Duff «Rose» McKagan de Guns n’Roses y de Chad Smith baterista de Red Hot Chilli Peppers se embarcó en grabar este álbum con un buen grupo de artistas invitados: Charlie Puth, Tom Morello, etc.
Las letras oscuras siguen siendo su fuerte y la voz sigue impecable a sus 71 años desde el grito de «Allright now» en su canción inicial que no escuchábamos desde la canción «Sweet Leaf» de Black Sabbath todo esto destila una energía que no esperas de un septuagenario.
Todo el álbum (con pocas excepciones) es excelente pero destacan la canción de inicio «Straight to Hell» y la excelente colaboración con Sir Elton John «Ordinary Man» que nos da una de sus mejores baladas rock por la que es tan conocido «Killer of Giants» y «No More Tears» vienen a la memoria. y los duetos con el susodicho Post-Malone y el excelente rappero, de mis favoritos, Travis Scott.
Este es un álbum de cuatro estrellas pero hay canciones aquí que son seguramente las mejores que ha escrito. Indispensable y por si tienes dudas dice que tiene listas las canciones del siguiente álbum en una entrevista con la revista NME.