«Resistance» – IQ

Hace unos Años mi hija mayor visitó la casa de una compañera de la universidad y pasó a su recámara y me comentó posteriormente que había muchas fotografías de ellas dos: sonriendo en fiestas, en salidas al cine, etc. Y muy preocupada me dijo: «Me dí cuenta que soy su mejor amiga. Que responsabilidad, no lo sabía».
Escribo esto porque recién escuché el nuevo álbum del grupo de rock progresivo inglés IQ y me acabo de dar cuenta que es mi grupo favorito de rock progresivo actual. ¡Que responsabilidad, no lo sabía!
Y es que nunca han sido un grupo que levanten pasiones, fueron un grupo medio, de relleno en los años ochenta junto a otros similares como: Pendragon y Arena, para entretenerse ya que Genesis y Yes habían pasado a mejor vida pero, a partir de su álbum Subterranea de 1997 han sacado grandes álbums que puedes escuchar sin problemas una y otra vez. The Seventh House en el 2000, y tres álbums mas, todos de 4 estrellas hasta llegar a Resistance que salió la semana pasada en el que rompieron la barrera y nos entregan un álbum digno estar junto a Close to the Edge y The Dark Side of the Moon.
Un álbum doble en CD y triple en vinilo con 109 minutos de música intensa que nos demuestra sin lugar a dudas que la salida de Martin Orford como tecladista y la llegada de Neil Durant ha sido una bendición para nosotros que compramos su música.
El primero es mas lírico y completo pero sin lugar a dudas la paleta que maneja el segundo es mas completa y su mellotron no tiene desperdicio ya que lo utiliza solo en los momentos en los que debe hacerlo y no en todo momento, esto que parece sencillo a la hora de componer música e interpretarla no lo es tanto y es evidente en canciones como «Rise» y «Shallow Bay» con su intro tipo Genesis y el mas bello solo de guitarra del álbum.
El segundo CD es el mas completo con dos canciones que por si solas valen lo que hayas pagado por el álbum: «The Great Spirit Way» de 22 minutos con sus cambios de ritmo y sus partes líricas que solo un grupo de gran experiencia puede producir. Pura delicia y «Fallout» de 20 minutos que nos presenta, de entrada, lo que Yes fue en los años setenta pero cambia gracias a solos de guitarra con los que Mike Holmes sabe llevarnos al paroxismo musical.
Un álbum indispensable y que sale 50 Años después de In the Court of the Crimson King de King Crimson que fue el primero de todos y aun el mejor y no podría ser mejor homenaje que demuestra que el rock progresivo sigue vivo.
5/5 estrellas sólidas.

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