«Gaslighter» – The Chicks

Hace 14 años que salió el último álbum de The Chicks (antes The Dixie Chicks) y se cumplen 14 años en las que tenía de rehenes a mis hijas. Cada ida y venida de la escuela en carro era escuchando su álbum anterior. Por meses…todos los días. Y es que sigue siendo uno mis albumes preferidos de los últimos sesenta años.
¿Que sucede con este nuevo álbum llamado Gaslighter y que pareció el 17 de julio pasado?
De entrada el título se refiere a la película en blanco y negro en el que un hombre quería volver loca a su esposa bajando cada día un poco mas el gas de las lámparas haciéndole creer que todo estaba bien y aun leyendo el periódico en plena oscuridad para que su esposa creyera que estaba perdiendo la razón. Y es que estamos aquí ante el primer álbum solista de la cantante Natalie Maines en el que muy graciosamente tocaron también sus amigas The Chicks. y es que prácticamente todo el álbum está dedicado al complicado divorcio de la cantante de su ex-esposo el actor y «douchebag» profesional Adrian Pasdar que se arrastró por años ya que pedía cientos de miles de dólares y que pagara un ejército de abogados si Natalie quería el papel de divorcio y que le diera pensión alimenticia.
Así que prácticamente todas las canciones tratan este tema: desde la que da inicio al álbum «Gaslighter», «My Best Frend’s Wedding» que habla como conoció a su esposo y como lo perdió, «Thighs on my Boat» sobre los constantes romances extramaritales del marido y «Hope It’s Something Good» le desea que su nueva esposa sea buena para El.
Por otro lado dedica un par de canciones a sus hijos que conocieron a su padre en esta nueva faceta y les pide que se acuerden de cuando fue bueno con ellos: «Young Man» y «For Her» canción de aceptación.
El álbum además trae un himno incendiario sobre los luchadores sociales que están creciendo como la espuma en el país vecino y en el mundo. Black Lives Matter, Me Too, derechos de las mujeres, el clima, etc. lllamada «March, March» poderosísima.
Una cosa que saben hacer bien las Chicks es escoger productor. En el disco anterior fue Rick Rubin y ahora Jack Antonoff fresco de la consola de Lorde y Taylor Swift que le añade teclados y texturas a las canciones que le dan un mayor rango y profundidad de las que carecían antes. Chad Smith baterista de Red Hot Chilli Peppers ganándose la chuleta aquí como músico de sesión.
Un excelente álbum para quien gusta del pop, del country algo de bluegrass (poco pero bueno). Son las Chicks así que a mí todo me gusta.
4/5 estrellas sin problema, aunque el problema será otra vez dejar de escucharlo.

«The Kingdom» – BUSH

Pocos han hecho lo que el grupo británico BUSH hicieron para promocionar su nueva producción The Kingdom en medio de esta epidemia.
Primero dejaron caer un sencillo en los créditos finales de la película «John Wick Chapter 3» con reminiscencias de U2 «Bullet Holes» cumple su cometido cerrando de manera efectiva una película mediocre.
Pero a Gavin Rossdale el cantante y líder, le quedan aun varios tiros en el cartucho. Uno de ellos fue realizar un concierto en un teatro vacío para sus seguidores virtuales que tenían que solicitar su acceso, pero que ahora ya puedes seguir en su canal de YouTube.
Así que la expectativa por el octavo álbum del grupo era grande y de alguna manera la portada: los colores, la actitud de la modelo sugerían un excelente álbum y debo decir que no decepciona de ninguna manera.
La crítica ha sido diversa. Desde la revista «Rolling Stone» otorgándole 1.5/5 estrellas porque el álbum no aporta nada nuevo en materia de producción, pero déjame hacerte una pregunta: ¿hubiera sido un mejor álbum si hubiera traído una canción con Dua Lipa o con alguno de los Lil’? ¿Tal vez una mezcla de DJ Khalid?
Estamos ante un álbum de lo que Rossdale sabe hacer: su voz, guitarras que machacan y se detienen en el momento preciso, con buena producción.
Un álbum que no alcanza las alturas de sus inicios «grunge» pero que trae buenas canciones, las tres primeras: «Flowers on a Grave», «The Kingdom» y la susodicha «Bullet Holes» son excelentes y cubren el pecado de esa balada horrenda de 5 minutos de duración «Undone» que quiere ser la «Glycerine» de esta década.
Así que estamos ante un álbum de rock honesto, sin nada que esconder y sin trucos como duetos con La Arrolladora para ganar seguidores. Rock y solo rock.
3.5/5 estrellas.

«Hate for Sale» – Pretenders

Según las cuentas oficiales Hate for Sale sería el álbum número 11 de Pretenders, casi un EP ya que apenas rebasa los 30 minutos de música, pero eso si, todos ellos valen la pena, como dice Chryssie Hynde: «cada canción podría ser un sencillo».
La Sra. Hynde ya tiene 40 años que llegó a hacer lo que hace y su voz no envejece y su sonido que parece que se burla de quien la escucha sigue igual. Ahora que anda de gira se dio tiempo de grabar esto junto a su baterista original Martin Chambers y su nuevo guitarrista James Walbourne quien también es coautor de todas las canciones que se escuchan aquí.
La música es la que has escuchado toda la vida: rockabilly con algunos toques de reggae en algunas canciones y baladas poderosas como: «You Can’t Hurt a Fool» que seguramente estará en mi «playlist» un buen tiempo, sin embargo todo aquí vale la pena «Turf Accountant Daddy» y su armonía que parece extraída de una canción de Blondie o la harmónica de «I Didn´t Know when to Stop» que es una de mis 10 canciones favoritas en este álbum (upps, son 10 en total).
No ha perdido el toque y el tema de las drogas aun le pesa mucho de acuerdo a las letras que escuchamos «Junkie Walk» y «The Buzz» ya que recordemos que 2 de sus miembros originales fallecieron a causa de ellas.
Un excelente álbum para olvidarte de todo y creer que estás de regreso en 1984 o que estás viendo «Middle of the Road» en vivo en Live Aid, aun se me pone la piel de gallina acordándome.
4/5 estrellas para este nuevo álbum

«The Abscence of Presence» – Kansas

2020. Pandemia de un coronavirus y poca nueva música en el panorama y de repente llega el 16 de julio y cambia todo. El grupo Kansas tiene un álbum nuevo en el mercado. Cuatro años después de su última producción llega The Absence of Presence y nos sentamos a escucharlo varias veces antes de dar el veredicto.
De entrada el grupo nunca fue rock progresivo por completo, tenía sus momentos pero «Carry on my Wayward Son» y «Dust in the Wind» no tienen nada que ver con Emerson, Lake and Palmer. Por otro lado tenemos que del grupo original solo queda Rich Williams en la guitarra, Phil Ehart en la batería y un Bill Greer en el bajo que aunque no es el original si tiene ya tiempo con el grupo, el resto son jóvenes que han escuchado a fondo lo anterior del grupo y si representan muy bien el legado.
El álbum es bueno y si cierras los ojos, apagas la luz y lo ves de lejos si parece Kansas en su mejor momento sin llegar producir canciones que se volverán clásicas como las dos mencionadas antes. La primera de ellas, la mas larga de esta producción con mas de ocho minutos es la que da nombre al álbum y trae buenos momentos, desde el violín de David Ragsdale que en tono y volumen es muy similar a lo que escuchábamos antes y los teclados arpegiados de Tom Brislin diferentes pero no malos. Buena canción. En la siguiente «Throwing Mountains» tenemos un grupo con sonido mas Hard Rock gracias a la guitarra del nuevo integrante Zak Rizvi cuyo sonido es mas ochentero.
Me gusta casi todo excepto la balada genérica «Never» y tengo sentimientos encontrados sobre la balada rock-pop «Memories Down the Line» que vendría a ser «Dust in the Wind» versión Siglo XXI de acuerdo a la crítica pero que sus letras de dejar un legado para las nuevas generaciones se me hacen cursis.
No es un mal álbum si eres fan de Kansas y si no los conoces, bueno, esta es tu oportunidad de conocer al único grupo de rock que trae un violinista en estos momentos. Te va a gustar. 3.5/5 estrellas.

«Blue Sun» – The Ikan Method

2020 y el rock progresivo sigue caminando. Ahora nos llega de un grupo formado en Roma llamado The Ikan Method con su primera producción Blue Sun que es la que pudimos escuchar.
Ellos están inscritos en el neo-prog y está basado principalmente en teclados de PJ Abba y la excelente guitarra de Marcello Chiaralluce.
De entrada se nota que el álbum sufre por una producción que pudo haber sido mejor y el sonido que escuchamos en la canción que abre «The Great Opening» y «The Storm» lo denota. Tal vez con un mayor cuidado en ese sentido el álbum hubiera sido mejor.
Como dije el trabajo de guitarra es magnífico en canciones como «The Journey» que me recuerda a Steve Hillage de alguna manera y «Golden Cage» y «Time Lost» que son joyas dentro de este álbum en el que encontramos junto con «Blue Sun» que es la que le da el título a esto.
Hay que destacar la flauta en «The Storm» y hay canciones que no pasan la prueba como «No More lies» que parece himno rockero de los años ochenta y apreciamos al IQ de inicio, no al bueno, en «The Long Way».
En fin un buen álbum que pudiera haber sido excelente si hubieran tenido el tiempo y el cuidado de cuidar la producción. Cosas de la pandemia.
3/5 estrellas si te gusta el rock con buenos solos de guitarra.