Samuel Kinge es un pedófilo que ya ha estado en prisión precisamente por eso. Gracias a su afición a las «cosas pequeñas» le ha sido prohibido el dar clases en escuelas como acostumbraba. Ahora y cumpliendo la ley ya no da clases sino que puso un sitio de Internet en el que ofrecía material educativo para maestros y alumnos donde podían descargar por ejemplo pósters con las tablas de multiplicar y algunas cosas mas. Por supuesto que muchos niños entraban al sitio a ver el material y poco a poco volvió a ponerse en contacto con ellos y volviendo a las andadas. Asi que un pedófilo no se cura y ha sido puesto tras las rejas de nuevo para que no tenga contacto con niños, ni real, ni virtual.