Ya se dieron los detalles de lo que se conoce como «La Demanda del Secreto de la Montaña» contra Netflix. Resulta que la compañía de rentas de películas por Internet realizó un concurso millonario para buscar quien le diera un mejor algoritmo para recomendar películas. El concurso tuvo una final de fotografía ya que se decidió prácticamente en el último segundo. Para que los equipos trabajaran les dio acceso a bases de datos anónimas de recomendaciones. Hasta aquí todo bien, muy anónimo, pero dos investigadores universitarios tomaron esas recomendaciones y las compararon con las de IMDB para saber quienes eran esos anónimos (por lo regular ponen la misma recomendación en uno y otro lado y por eso fueron identificados). La intención era saber la orientación política, sexual y tendencias en general del público, el caso es que una madre de dos, lesbiana de clóset, siente que fue expuesta al público por ese concurso y está demandando a Netflix por permitir acceso a información confidencial (ella es clienta). Muy complejo y bizarro si quieren pero a fin de cuentas así es la justicia estadounidense.