¿Porqué se ve tan sonriente Justin Vernon en la fotografía de arriba? Tal vez porque se ha convertido en un ejemplo de salón del poder de las redes sociales en Internet y en el mundo de la música en particular tal y como lo enfatiza esta semana The Wall Street Journal cuando habla de que en el 2006 después de terminar con su novia y de deshacer su banda se fue a la cabaña de cacería de sus padres en el norte de Wisconsin a lamentarse y a grabar 9 canciones que puso en MySpace para que sus amigos las escucharan. Lo que sigue ya lo sabe usted: un productor las escucha y ahora puede darse el lujo de en que compañía disquera puede grabar y sus giras aunque modestas en número están totalmente vendidas. No es el primer ejemplo ni será el último seguramente pero nos da confianza de que el futuro se ve brillante aun para gentes que toman su guitarra y con solo tres acordes gobiernan el mundo. ¿Quieren un ejemplo? Bueno es noche de Año Nuevo.