Como si nunca se hubiera muerto el autor del seminal 1984 parece que sentó los principios de la Inglaterra de Brown. Ya que ahora el brillante plan del gobierno es solicitarle a todas las ISP y telefónicas que deben de almacenar hasta por 12 meses la información de todas las llamadas telefónicas, de todas las sesiones de Internet y de todos los correos electrónicos enviados por cada una de las personas que viven en esa isla. La intención es tener toda esa información en una gigantesca base de datos que les servirá para poder estar seguro que ninguno de sus habitantes es terrorista. Si alguien me lo hubiera puesto en un libro de ciencia-ficción no lo hubiera leído por fantasioso pero tal parece que quieren desaparecer el derecho a la privacidad de cada simple ciudadano. Ojalá y a nuestros gobernantes no se les ocurra imitarlos mientras apoyemos la libertad y el derecho a la privacidad de todos los individuos leyendo la información y pasándola a todos.