En lo que parece una noticia sacada de una mala película de ciencia-ficción nos informan que el día de ayer Bush, Jr. ha firmado la orden S. 1858 en el que se da permiso para que se tomen muestras de ADN de todos los recién nacidos del país. Lo que constituye seguramente el primer paso para tener una base de datos nacional de individuos. Se dice en la misma ley que servirá de preparación en caso de «contingencia nacional», sin embargo lo preocupante además de la falta de privacidad es el hecho que la misma ley estipula que «toda la información del ADN es propiedad del gobierno federal que puede utilizarla para investigación genética» (whatever that means). Un golpe muy fuerte para la privacidad personal y que seguramente las organizaciones sociales tomarán para demostrar que el gobierno quiere comenzar a espiar en sus ciudadanos desde el mismo día de su nacimiento. El super Big Brother.