Pues bien, en Egipto por fin supieron darle un uso decente a la aplicación Twitter de la que he sido tan crítico últimamente. Resulta que en una demostración que estaba fotografiando el graduado de periodismo de la UC Berkeley James Karl Buck fue arrestado por lo que ni tardo ni perezoso envió un mensaje utilizando su teléfono celular a los 48 seguidores de su torrent que tiene en su cuenta de Twitter que decía simplemente «arrested» y el día posterior uno diciendo «Vivo y OK, pero todavía arrestado» para que las autoridades egipcias se decidieran a deshacerse de tan incómodo huésped de sus espaciosas cárceles asi que lo liberaron. Un triunfo para una compañía tan pequeña que solo «gorjea». Hay que abrir cuenta inmediatamente.