Da gusto saber que el presidente de los Estados Unidos está en buenas manos a la hora de vigilar su seguridad. Leyendo la BBC esta semana nos enteramos que gran parte del correo que la Fuerza Aérea Estadounidense enviaba a su base militar en Mildenhall en Inglaterra llega por error a la dirección oficial del mismo pueblo. Todo fuera normal si consistieran en las bromas entre soldados, pero entre el correo llega también información confidencial de toda índole y hasta planes de ruta para el Avión Presidencial (Air Force One). Lo interesante es que el alto mando no hizo nada cuando le informaron de tal hecho e insistieron en que fuera el pueblo el que bloqueara la llegada de tal correo de alta seguridad. Lo dicho: los términos de inteligencia y militar no deberían ir juntos.