Ahora resulta que hay que protegerse de los fotógrafos deportivos como les sucedió a bastantes jugadores de equipos de waterpolo de preparatoria y universidad del área de San Diego cuyas fotografías en acción deportiva aparecieron pero en páginas web gays. Aunque aun se investiga quien las subió es obvio que va a ser muy difícil controlar quien puede o no tomar fotografías en los torneos deportivos porque pueden suceder cosas como ésta. Hay casos en los que un deportista se hace famoso por sus fotografías deportivas como le sucedió a Allison Stokke pero en el caso de los waterpolistas no es divertido.