Mucho me gustaría tener la cantidad, y calidad de amigos que tenían los esposos Stacey Finley y Brent Eric Finley, ya que organizaron una interesante operación en la que prometían, que dado que Stacey trabajaba en la CIA podían acceder a tecnología de punta para realizar escaneos de todo el cuerpo vía satélite de sus conocidos mediante el cual ellos podrían saber de enfermedades ocultas, degenerativas y hereditarias y que la misma CIA administraría los medicamentos para contrarrestarlas mientras los pacientes dormían. Por supuesto que hubo muchas personas que les creyeron y pagaron cerca de 1 millón de dólares entre todos para recibir el tratamiento. Hasta que el FBI aguafiestas intervino y los envió a prisión. Claro que reconocemos que la tecnología ha avanzado pero no a ese grado y no nos explicamos como puede haber gente tan ingenua todavía en el mundo. Sólo en Estados Unidos. Por supuesto la CIA niega conocer a Stacey.