Por fin algo interesante ha salido de Orlando que no sea DisneyWorld y es algo que terminará en los juzgados y seguramente sentará precedente en relación a la libertad de expresión o su censura. El asunto comienza cuando una madre decide que la escuela donde su hija estudia no es una buena escuela y quiere decirlo, pero ¿que hace? Llama a su comadre por teléfono, no, ¿Lo dice a sus amigas en un café de mamás? tampoco. Lo que hace Sonjia McSween es crear un blog para decírselo a todo el mundo que lo quiera leer. ¿El resultado? pues que a la escuela se le han bajado las inscripciones y le han puesto tamaña demanda a la Sra. McSween que seguramente tendrá ayuda de todas las ONG al servicio de las libertades individuales. ¿Tiene derecho a escribir lo que siente realmente een su blog? Pues para eso son precisamente para expresar sentimientos, si no perderían su sentido y se convertiría ésto en un grupo de anuncios y mentiras. La escuela no lo ve así, piensa que puede escribir la verdad sobre la Guerra en Irak pero no sobre sus prácticas escolares por lo que se espera una gran batalla en los juzgados. ¿A quien le va?