Tal parece que el Gran Hermano nunca duerme y ahora en Japón están preparando la ofensiva al pasar al senado una nueva ley que pide que todos los visitantes sean fotografiados digitalmente y tomadas sus huellas digitales para compararlas con las bases de datos de terroristas registrados internacionalmente. Además se pide a las aerolíneas que por adelantado hagan llegar la lista de pasajeros para saber con quien tienen que lidiar cuando desembarquen. Recuerdo cuando a mediados de los ochenta mis hermanos llegaron a vivir a Tokio y se maravillaron por la libertad que se respiraba en el país y como poco a poco se ha ido erosionando hasta culminar en éste tipo de medidas. ¿Que pasará si soy homónimo de un terrorista iraní? ¿Habrá terroristas iraníes llamados Carlos Bastidas? La idea es que ésto puede generalizarse y tal vez tengamos que poner fronteras de nuevo en la Unión Europea.