Jean Michel Jarre llegó a la fama por su álbum Oxygène de 1976. Una verdadera obra maestra, devastadora con sus teclados donde nos llevaba a conocer a un planeta que se quedaba sin ese elemento y la vida simplemente dejaba de existir. Dos Años después nos entregó el ligeramente menor álbum Équinoxe que está un escalón abajo pero se puede escuchar sin problemas. Posteriormente nos ha dado mas de 20 producciones de las que poseo seguramente unas cuatro y de las que no vale la pena ni hablar por lo fallidas de las mismas.
El Viernes pasado presentó al mundo su nuevo álbum Équinoxe Infinity y ahora si, tenemos un ganador. Ligeramente mejor que Équinoxe con ritmos polisinfónicos en su ya característica mezcla de teclados analógicos y digitales con pasajes que nos recuerdan por momentos a su obra maestra.
Vale la pena escucharlo varias veces para conocer las texturas de su música. ¿El único pero? La parte 7 llamada Infinity en la que al parecer se inspiró en Avicii o en Calvin Harris y que puedes poner sin problemas en un antro en fin de semana. Muy pedestre.
4/5 estrellas para este álbum del enigmático francés. hijo de Maurice Jarre.