Desde finales de los setentas hemos seguido a este grupo, que en realidad es el cantante David Coverdale con diferentes acompañantes.
Su paso por Deep Purple nos dejó unas grandiosas canciones que aun ahora le sacan «chispas» al corazón: «Burn», Stormbringer».
En los ochentas tuvo su mejor momento con el respaldo de guitarristas como: Steve Vai y Adrian Vanderberg y después ha seguido de gira con Glenn Hughes bajista y cantante de Deep Purple.
Se casó con la pelirroja mas sexy del planeta y vive en una casa que parece castillo. ¿Que le queda por demostrar? Pues este álbum que recién sale nos muestra que sigue produciendo música que parece todavía anclada en los 80’s con un power-rock que no desmerece sus anteriores éxitos.
Se trata de baladas anteriores rearregladas en versiones acústicas o con cuerdas y aunque no son nuevas si suenan así por los nuevos arreglos.
Vas a querer escucharlo, su voz aun tiene ese «filo» que parece a punto de salirse de control. No destaca ninguna, ya que es un álbum muy parejo.
Para esos Sábados de relax sin perder el porte. 3.5/5 estrellas.