Pues el grupo ha sacado ya su primer álbum formal y es este que vemos. Pasaron de ser una curiosidad en los festivales y programas de TV a una realidad que se puede escuchar.
Estamos hablando de tres hermanos de la familia Kiszka (voz, guitarra y bajo) acompañados de un baterista originarios de una pequeña ciudad de Estados Unidos y que por su forma de cantar, tocar y vestir no han salido de los 70’s.
Un grupo que suena muy parecido a los tres primeros álbums de Led Zeppelin, a excepción del baterista porque John Bonham es irrepetible con su ritmo triple, y a los que la crítica desdeña por ser solo copia y no ser originales, lo que pasó con el primer álbum de Kingdom Come en los 80’s.
¿A quien quieren que copien? ¿un grupo mas como los cientos de Death Metal, Trash que circulan por los circuitos o a un grupo al que millones aun extrañamos todos los días y que ya no se volverá a reunir?
El álbum es bueno a secas, no trae ningún «Starway to Heaven» y si suena como si Robert Plant estuviera cantando con un grupo setentero: Foghat (trae slide guitar), Bad Company o Humble Pie.
Así que son casi 50 minutos de nostalgia de la buena.
3.5/5 estrellas