No cabe duda que en Nueva York se discuten temas de primer mundo. Mientras en los países latinoamericanos los legisladores se dedican a robar y a no hacer nada útil crear leyes que promuevan el empleo y que ayuden a combatir el crimen, en la ciudad de Nueva York se han tomado el tiempo y la molestia de revisar los sitios para citas en línea para que se ajusten a unas características que se le están enviando. Por lo pronto deben de adverir a los que lo utilizan que puede conducir a alguna decepción y que deben utilizarse con cuidado. Además les prohíbe dar datos como los apellidos o el sitio donde trabajan porque de esa manera alguien que ha sido «cortado» amorosamente no puede hacer alguna maldad a nadie. Una ridiculez por supuesto que nos indica que en realidad los políticos de Nueva York no tienen mejores cosas que hacer.
Me Enacanta el Amor, en cualquier lugar y momento es bienvenido