Normalmente y como parte de mi desarrollo profesional tengo que leer libros y revistas que tengan que ver con mejoras en mi desempeño como ejecutivo. Trato de tener una actitud positiva y trabajo todo el tiempo que estoy despierto (no respondo por los lunes) y entre mis gurúes podéis contar a: Peter Drucker, Michael Porter (me encantan sus libros) y si me apuran mucho Fernando Savater con su ética y Filosofía, pero ahora y a todos los vientos declaro que mi nuevo ídolo es Jerry Seinfeld. Co-creador, con Larry David, de un show que no me perdía ni para ir a mi boda y de la cual sigo disfrutando en sus re-runs. Recientemente leí un post de la siempre excelente Lifehacker en el que Brad Isaac comenta que en un tiempo remoto él estaba en el negocio del stand up comedy y una noche se presentó junto con Jerry Seinfeld y en un momento libre le preguntó ¿Cual era su secreto para ser excelente en lo que hacía? Seinfeld le dijo que el secreto para ser mejor cómico era hacer mejores chistes y para hacer mejores chistes tenía que escribir a diario y el cuento se pone mejor, ya que le explicó la técnica que él utilizaba para poder conseguir su propósito. La técnica consistía en comprar un gran calendario de pared y un marcador rojo con el cual ponía una gran cruz el día en el que había realizado su tarea de escribir tratando de hacerlo todos los días. Al tiempo habrá una cadena de cruces rojas y lo importante es hacer que esa cadena no se rompa en ningún momento por lo que el secreto es hacer que crezca un eslabón al día. Por supuesto que un consejo de esa naturaleza se aplica en cualquier actividad de la vida, desde lunas de miel(¿?) hasta producción de catarinas para la industria alimenticia, desde dietas hasta conseguir nuevos clientes. El chiste en la vida es siempre hacer crecer la cadena. Con razón tuvo tanto éxito en su programa. ¿Recuerdan el capítulo del «nazi de la sopa»? y ¿el de «la camisa de pirata»? y…