Hasta ahora el hackeo del sistema electrónico de un automóvil estaba solamente supeditado al puerto OBD-II que es el que normalmente utilizan los mecánicos para leer los códigos. Esto era difícil porque implicaba que deberías tener acceso físico al automóvil a un costado del tablero para poder realizarlo, pero bueno, por algo son hackers y ahora algunos «investigadores» de Rutgers University y de la University of South Carolina han demostrado que pueden hackear un automóvil de manera wirelees, incluso mientras está siendo conducido. Utilizan ahora el pressure monitoring system (TPMS) como su portal de entrada y es algo que los vehículos traen por ley en Estados Unidos desde el 2008. Aunque es difícil hacerlo y deben de estar muy cerca del vehículo a hackear puede llegarse incluso a cambiar las señales que se envían cuando el vehículo está en funcionamiento. Asi que ahora el terreno de los hackers se ha abierto de manera exponencial, tal vez dejan en paz nuestras tarjetas de crédito.