¿Es Fontaines D. C. la Mejor Banda del Mundo?

Puntuación: 3.5 de 5.

De acuerdo a los lectores del la revista mas grande de música de Inglaterra (NME) esta afirmación es correcta ya que les dieron el primer lugar y su premio correspondiente.

Es un grupo que vengo siguiendo desde su primer álbum y aunque no comparto el sentimiento de los lectores (sigo empecinado con The Foo Fighters) debo reconocer que Fontaines D. C. es una de las bandas mas…intrigantes del planeta.

Ahora han presentado su tercer álbum llamado Skinty Fia (La Maldición del Venado en irlandés antiguo) y es una voz que usan los ancianos para significar que todo trae a cuestas su propio castigo: por su belleza, por su riqueza, por su pereza, etc.

Y todo esto viene a cuento porque la banda ha decidido emigrar a Londres y han venido con una carga emocional muy fuerte, lo que me es imposible imaginar para cualquier otra persona ya que por lo que comentan los irlandeses se sienten como traidores por irse a vivir a otra parte y ese sentimiento permea todo este álbum en el que hablan de esos sentimientos mientras se rodean de tantos amigos irlandeses transplantados al Norte de Londres como pueden.

La música es sencilla con líneas de bajo muy definidas y que recuerdan a The Cure en su precisión y la música está anclada en el rock alternativo de fines de los años noventa y principios del dos mil, con algo de Punk en la mezcla aunque el pop no falta y debo decir que en ocasiones el sonido es simple y tal vez en eso resida su fuerza.

Son famosos por tener en sus letras a poetas irlandeses y aunque aquí ya dejaron atrás esa temática no se olvidan del ambiente literario con canciones como Bloomsday un homenaje a ese día dedicado al protagonista de una novela de James Joyce y celebrado en todo el mundo y Nabokov que cierra el álbum y que fue escrita en el estilo de ese genial escritor ruso como puedes ver:

He’s selling insurance
Selling clouds to the sky
You sold me on living
Living is nothing
But you’re so good looking
I bled myself dry

Daze ya, Phase ya
Happy days yeah
Daze ya, Phase ya
Happy days yeah

Nabokov – Fontaines D. C.

Hay varias canciones que tengo en rotación: Jackie Down the Line (la mas divertida), Skinty Fia (la mejor), In ár gCroíthe go deo (la mas extraña y con una historia diferente), The Couple Across the Way (el relleno a evitar).

Y si no creen lo de ser irlandés es ser diferente la banda nos cuenta la historia de In ár gCroíthe go deo que es lo que una señora que falleció quería que pusieran en su lápida y la Iglesia de Inglaterra no lo permitió ya que quiere decir «siempre en nuestros corazones» y se le hacía muy revolucionario por lo que la familia demandó en tribunales y ganó dos años después el derecho a ponerlo en la lápida y esto no pasó en la época del Ejército Republicano Irlandés y sus bombas sino hace dos años y medio.

Un buen álbum de esta banda que cada día me gusta mas.

Red Hot Chili Peppers y el Poder de los Cinco

Puntuación: 3.5 de 5.

Esas fabulosas pláticas a principios de los años noventa al calor de unas muy bien heladas y refrescantes cervezas a veces derivaban en riñas. ¿Cuál es el mejor álbum de los Red Hot Chili Peppers? Mother’s Milk con sus líneas sencillas y su «Higher Ground» o Blood Sugar Sex Magik (mi favorito) con su elegancia y su «Give it away, give it away, give it away yeah». Eran buenas discusiones y casi siempre ganaba yo hasta que alguien metía en la ecuación la locura de Stadium Archadium y sus mas de dos horas de trip mágico. Ahí comenzaba el caos y no había quien desentrañara ese misterio. Ahora la trama se complica porque el nuevo álbum es bastante bueno también.

Lo que tienen en común esos álbumes es que en todos ellos el guitarrista es John Frusciante, desde que era prácticamente un adolescente en el primer álbum hasta éste en el que se reune con la banda y nuestro productor favorito Rick Rubin regresa, con barbas y todo, a trabajar en la consola.

En la guitarra Dave Navarro tenía mejor imagen de rockero, pero es Frusciante con su look adolescente el que saca adelante a este grupo con su guitarra que no es dominante, ese es el bajo de Flea, pero que le da ese sabor característico con sus arpegios que le dan el sabor justo a cada canción.

Musicalmente este álbum se parece a Stadium Archadium aunque solo pasa ligeramente de la hora de música con sus 17 canciones y ya es el número 12 en su discografía.

No es el mejor álbum de ellos, pero es bastante bueno y abre con el sencillo «Black Summer» al parecer en referencia a los incendios forestales y de pradera en Australia de donde viene la familia del bajista. Seguramente la cantaremos a coro entre todos. Y el bajo de Flea puede ser escuchad en todo momento con solos prominentes en «One Way Traffic» donde lleva la melodía principal y en «Here Ever After». No hay que dejar de escuchar el track «Aquatic Mouth Dance» con sus trompetas Jazz y el ¿mellotron? en «Tangelo» que cierra el álbum.

Frusciante enmarca todo y de vez en cuando escuchamos un solo angelical de su guitarra como el intenso en «Let’em Cry» o el de «Black Summer». De Anthony Kiedis y sus letras ni hablamos porque solo Dios y la Virgen de Guadalupe saben de que habla.

A lazy rain am I, the skies refuse to cry
Cremation takes its piece of your supply
The night is dressed like noon, a sailor spoke too soon
And China’s on the dark side of the moon (Hit me now)

Platypus are a few, the secret life of Roo
A personality I never knew (Get it on)
My Greta weighs a ton, the archers on the run
And no one stands alone behind the sun

«Black Summer» – Red Hot Chili Peppers

Definitivamente un buen álbum de 3.5/5 estrellas.

Maren Morris Regresa a Donde Comenzó

Puntuación: 3.5 de 5.

Mi hija Karla y quien esto escribe conocimos a Maren Morris poco antes de que saliera su primer álbum grabado en el corazón del territorio country de Estados Unidos: Nashville en el estado de Tenneesse.

Tal y como nos cuenta en la primer canción de este álbum, llegó en un viejo automóvil con solo una guitarra en la mano y con los dos meses de renta que piden para un departamento. Escribió por lo menos doscientas canciones hasta que:

So many times, I thought about leavin’
Got my ass kicked tryin’ to compete with
Everybody else’s ones that got away
Hung around long enough to catch a break
A couple hundred songs and the ones that finally worked
Was the one about a car and the one about a church
That I wrote.

Circles Around this Town

Un excelente primer álbum que, desafortunadamente para mi gusto, no replicó en su segunda producción que se metió de lleno en el terreno pop donde hay ya mucha sobrepoblación con canciones como «The Bones» que replica acá en canciones como la que da título a este álbum Humble Quest o en la excelente «Nervous» con su ritmo marcado y su guitarra que siempre está a punto de explotar (lo hace).

Un álbum honesto y sabiendo que viene de una mujer que sufrió depresión posparto y encierro COVID al mismo tiempo es sorprendente. Sus canciones tocan todos los temas que le interesan: su matrimonio «Detour», su hijo «Hummingbird» y con canciones desenfadadas sobre «Tall Guys» que son perfectas para abrir la temporada de Primavera-Verano

Para mi es el regreso de una guerrera a lo que mejor hace: escribir música sencilla con su guitarra.

No podemos dejar de hablar de la última canción de esta producción que escribió con su amigo y coautor Jon Green sabiendo que no le quedaba mucho tiempo de vida y que no vería este álbum terminado (no lo hizo). Un bello testamento a alguien que le importaba mucho.

I’ll keep all your polaroids hangin’ on display
And I’ll drink all the wine you gave me on my wedding day
Don’t know what I would do if your tomorrow never came
The only thing I’m sure of is that I’ll never be the same

I know the sun will set into the ocean
And I know we’re gonna get to where we’re going
But I still got just one question that I can’t work through
What would this world do without you?

What Will this World Do?

Un excelente final para un muy buen álbum 3.5/5 o tal vez 4/5 o 5/5 depende de la hora del día en la que lo escuche, porque lo escucho dos o tres veces al día.

Tangerine Dream por Ouija

Puntuación: 3.5 de 5.

Tangerine Dream fue fundado en Alemania en 1967 por Edgar Froese y tuvo como compañeros de viaje a Klaus Schulze y Chris Franke entre otros. Tuvo su mejor momento cuando grababa para el sello Virgin en los años setenta y ya en la década de los ochenta transicionaron a realizar soundtracks de películas. Todo eso se detuvo cuando Froese falleció en el 2015. ¿Crees que eso es un obstáculo para el grupo? Por supuesto que no.

El nombre ahora le pertenece a Thorsten Quaeschning un tecladista que colaboró varios años con Froese en TD y quien ahora es el heredero de su legado y nos dice que cuenta con cuadernos, partituras e ideas que el mismo Froese le dejó para seguir adelante haciendo álbumes (este es el segundo ya sin Froese).

Aquí se hace acompañar por Paul Frick en sintetizadores y por Hoshiko Yamane en el violín eléctrico con lo que la música logra otra textura que solo Jean-Luc Ponty nos había mostrado anteriormente.

No tengo todos los álbumes de Tangerine Dream, ta vez nadie los tenga, son varias decenas, pero tengo los principales y hay que hacer una aclaración aquí: sus álbumes son momentos musicales no diseñados para ser tocados posteriormente en concierto, de hecho cada álbum es un concierto improvisado y nadie como Tangerine Dream para el Progresivo Electrónico.

Raum que es este álbum del 2022 está dividido en siete secciones cada una muy definida siendo la principal «In 256 Zeichen» (en 256 signos) con sus secuenciadores y un violín realizando escalas sustraídas sigilosamente de Bach y girando alrededor de ellas. Una gran producción. «Continuum» es la repetición levada al máximo y la sección llamada «Raum» que da título al álbum es un guiño a la música que Tangerine Deam realizaba en su mejor álbum, «Phaedra» con su secuenciador Moog y su Roland Jupiter te trae recuerdos.

Solo por la nostalgia le damos 3.5/5 estrellas.

Y 17 Años Después, Tears for Fears…Regresa

Puntuación: 3.5 de 5.

Tears for Fears dominó al mundo en los años ochenta, es un hecho. Su álbum Songs from the Big Chair mostró a una dupla que hacía canciones que podías cantar a todo volumen en bares, discos, bodas, cumpleaños, etc. y el fantástico The Seeds of Love nos siguió con toda la parafernalia de la psicodelia. De ahí siguieron en picada con álbumes que no fueron a ningún lado, incluso cuando Roland Orzabal y Curt Smith cortejaron a una cantante de bar de hotel para que los acompañara a hacer un álbum y cantara con ellos en las giras.

Roland le pidió a Curt regresar a trabajar un álbum, que fue el anterior a este, el muy bueno, Everybody Loves a Happy Ending del 2004 que afirmaba ser el primero del grupo final de álbumes del grupo, pero, la maquinaria se detuvo el día que Curt decidió hacer una pausa para cuidar de tiempo completo a su esposa que estaba enferma, se conocen desde adolescentes, y eran un gran matrimonio. Le llevó algunos años fallecer. La pandemia los volvió a juntar de nuevo y, bueno, tenemos nuevo álbum llamado The Tipping Point (no sé si es por el libro) y la verdad es una producción notable de este par de veteranos que está a medio camino entre muy bueno y excelente.

Las dos primeras canciones están tomadas directamente del catálogo que los hizo famosos con la voz profunda de Orzabal «No Small Things» comienza con un par de guitarras acústicas hasta que Curt le hace segunda en armonia que nos lleva a un coro muy de Oasis, o The Beatles. «The Tipping Point» es la canción principal del álbum y es heredera por línea directa a todo lo que hacían en los primeros álbumes. Cada canción es un tema diferente incluso cuando Curt le canta a su esposa (creo) «Please Be Happy» al momento que la dejó ir. y ya al final «Master Plan» nos da una canción con amplitud de horizontes y que está perdida entre dos grupos, aunque con la primer palabra sabemos cual es su grupo favorito:

Yesterday
All the lights were shining on the love we made
Out of sight was out of mind, a dream away
Lost between the Beatles and the Stones
You got me now
(You got me now)
You got me so believing in your master plan
You walk me through my future like some superman
Tell me things that God alone should know
But that’s okay

Master Plan – Tears for Fears

Un muy buen álbum de una dupla que creíamos extinta. No son Lennon y McCartney, pero lo que hacen lo hacen muy bien.