POWERPYMES

Tal vez es el momento en el que aparece pero el nuevo álbum del grupo Khruangbin no es lo que esperaba. No es malo, al contrario, pero siento que algo le hace falta al arroz.
Mordechai es oficialmente su tercer álbum si no tomamos en cuenta la colaboración en un EP con el excelentísimo y poco apreciado cantante Leon Bridges y este es un álbum que nos muestra al grupo texano haciendo lo que sabe hacer: música con tintes tailandeses, funk y retro.
Sin embargo, el gran pero que le pongo al álbum, es que por primera vez se han enfocado en proveer vocales, anteriormente eran un grupo instrumental lo que lo hacían ideal para poner en carnes asadas, cocteles con amigos, pasear en el carro, etc. y ahora las cosas han cambiado.
«Time (You and I) nos lleva de regreso al funk de los setentas. «Connaissais da Face» trae diálogos de una película de fondo, pero hay dos canciones que objeto: «Pelota» que parece que la escribió Juanes (¡iuuuuh!) y «So We Won’t Forget» es una canción perdida de Maná. La mas pura de sus canciones es «Father Bird, Mother Bird».
Otra objeción que le agrego es que no hay suficientes videos con Laura Lee moviendo las caderas al ritmo de la música junto al instrumento principal del grupo: la batería de Donald Johnson Jr. que cohesiona la música como nadie lo hace en otro grupo.
3/5 estrellas pero lo sigo escuchando.

También en la TV hay música y Netflix nos presenta esta película llamada «Eurovision; the story of fire saga» que solamente puede entenderse y disfrutarse en estos tiempos de confinamiento en casa. De otra manera solo hubiera sido otra historia chabacana que hubiéramos evitado a toda costa.
Un actor que odio sinceramente, Will Ferrell, no me gusta su comedia, y una actriz que se está convirtiendo en un tesoro en Hollywood y que quiso mostrar su vena cómica; Rachel McAddams que no cesa de estar hermosa a pesar de que los años pasan protagonizan esta historia que es una declaración de amor de Ferrell al concurso de canto Eurovision que se lleva a cabo cada año en mayo desde 1956 y solo este año fue cancelado por obvias razones y que se parece al que Raul Velasco organizaba cada año para los paises de América en los años setenta.
Ferrell está casado en la vida real con una europea que le presentó el concurso y se hizo fan del mismo. decenas de países mandan cada año su canción participante y compiten por ser la mejor canción de ese año y el concurso se ha abierto a paises no europeos como Israel y Australia y se que se organizan fiestas entre amigos en la que circula el alcohol y se elevan los ánimos cada año en las semifinales, que duran dos horas y sobretodo la final que dura cuatro horas.
Esta comedia nos trae a un par de islandeses que desde niños juraron ganar el concurso de Eurovisión y al crecer forman una banda, bastante mala, que por alguna razón termina como representante de Islandia a Eurovisión, cumpliendo el sueño de ellos y en el camino a la gran final pasan todo tipo de cosas. La música, que es lo que nos trae por estos rumbos, es una mezcla de canciones y ganadores pasados de este concurso desde la mítica «Waterloo» de ABBA hasta Cher y muchas canciones que solo los seguidores de este concurso las reconocerán. La canción que ofrecen al festival es bastante buena y es imposible sacarte de la cabeza la de «Ja Ja Ding Dong» una vez que la escuchas.
7/5 estrellas porque hay pandemia.

No conocía a este grupo pero ahora considero a Ubi Maior como un serio contendiente a la corona del RPI (Rock Progressivo Italiano) en el que desfilaron tantos grupos: Le Orme, Banco y PFM en años pasados.
Bestie, Uomini e Dèi es el nombre de este álbum del 2020 y que me sorprendió de manera bastante interesante. Canciones complejas, cambio de ritmos y pasajes gloriosos de teclados nos hablan de un grupo que hace sentir que el progresivo sigue ahí.
La mayoría de las canciones se dejan escuchar, a excepción de «Wendigo» que parece ejercicio cromático sin sentido alguno, pero «Nessie» es la mejor de todas y en ella el grupo suena acoplado y nadie destaca, excepto la perfecta voz gruesa de Mario Moi, vocalista, violinista y trompetista del grupo. También la canción que da título al álbum, la mas larga de todas, con casi 10 minutos y en la cual la guitarra acústica y la flauta intercambian pasajes con teclados armónicamente de una manera bastante agradable y en la que entendemos sus raíces fuertemente ancladas en Banco del Mutuo Soccorso.
Destaca el trabajo de la guitarrista Marcella Arganese ya que busca crear pasajes y estructura antes de ser protagonista. Ella viene de una banda homenaje a Marillion así que sabe lo que hace en guitarra acústica y eléctrica.
Un excelente álbum para quienes gusten de música de complejidad creciente. 4/5 estrellas seguramente.

La historia del álbum Homegrown de Neil Young que acaba de aparecer la semana pasada es complicada.
Grabado originalmente en 1975 junto con otro álbum llamado Tonight’s the Night y entonces el artista reunió a sus mejores amigos y les tocó ambas producciones y les preguntó cual debería ser el álbum a sacar ese año y todos coincidieron en que fuera el último (que está mejor, es la verdad) así que guardó la cinta maestra y ahora que cumple 45 años guardada la saca, la desempolva y lo pone a la venta como el álbum perdido que nunca apareció en 1975.
Dicha sea la verdad es que las canciones que aparecen aquí ya han sido recicladas, en su mayoría, en otras producciones. «White Line» en mi álbum de cabecera Ragged Glory, «Love is a Rose» en Decade y así algunas otras por lo que el factor sorpresa no existe.
Es un álbum lírico, melancólico en su mayoría y la guitarra se ve tamizada y no tan preponderante como en producciones posteriores pero si ya tienes álbumes de este artista es indispensable para tomarle la temperatura en ese año, si no conoces a este canadiense tal vez este sea un buen álbum para comenzar. Hasta trae una canción sobre «Mexico» de un viaje a Cancún que hizo, o no, el consumo de droga es fuerte en este artista como te darás cuenta en otra canción llamada «Florida».
Así que si eres fan es un álbum de 5/5, si no, 3/5 estrellas. Tu escoge.