Ya hemos hablado por aquí de Sayed Pervez Kambaksh, que fue condenado a muerte en su país, Afganistán, por haber descargado un documento que hablaba sobre los derechos de las mujeres y cometió la osadía de imprimirlo y llevarlo a su universidad a discutirlo con maestros y alumnos de su clase. Ahora nos hemos enterado que en lugar de matarlo lo han condenado a 20 años de prisión por el atroz crimen. Lo interesante es que la sentencia contra el muchacho de 23 años se ejecutó sin haber escuchado una sola palabra en su defensa. Asi son las cosas en ese país. El periódico británico The Independent ha montado una defensa del caso entre sus lectores que muy probablemente influyó para que no fuera ejecutado. Increíble. Por haber descargado un docuemento.