En el papel sonaba bien: una novela ambientada en la campiña inglesa durante el inicio de la II Guerra Mundial en la que se entremezclarían espías, soldados, mujeres esplendorosas y habría conspiraciones por Kilo y Metro Cuadrado.
La verdad es que es una novela bastante blanda que comienza con un misterio: un paracaídas que no se abre y un soldado inglés se destroza contra el piso. ¿Quien es? ¿Porqué saltó en suelo inglés? ¿Que mensaje traía?
La verdad es que la ambientación trabaja bien, es una mansión en la campiña en Kent y la nobleza inglesa que sufre porque no puede conseguir Té de buena calidad y deben educar a sus hijos de la mejor manera posible aun en esas condiciones.
La verdad es que la historia es inverosímil y bastante blanda y no funciona a ningún nivel, ni como novela de guerra, ni de espías, ni como novela de amor con sus personajes acartonados sus situaciones que en la vida real no sucederían jamás. ¿4 amigos y vecinos terminan trabajando para los servicios de inteligencia ingleses y no se pueden decir nada entre ellos? Por favoooooor.
2/5 estrellas.