Michael Connelly es uno de esos autores que no pueden pasar desapercibidos. Sus libros se venden por millares ya que Harry Bosch es seguramente uno de los detectives mas extraños de los que hayamos leido. He leído prácticamente todas las novelas que ha escrito y puedo confirmar que ninguna me ha decepcionado hasta ahora, la acción en cada una de ellas no se detiene nunca y Bosch es en ocasiones «mas oscuro que la noche». Ahora Bosch está mas viejo y ha renunciado a la policía de Los Angeles (o lo han renunciado) regresó en el libro anterior a formar pareja con Kiz Rider y hizo de un caso sencillo un modelo de inculpación a los jefes de la policía y después de una espera de cinco meses vuelve con un caso que se complica hasta el infinito. Un asesinato en un mirador y una esposa atada en una cama, desnuda y desmayada. ¿Me creería si le digo que interviene el FBI, hay terroristas internacionales y bombas atómicas envueltas en el misterio. Así es Connelly con él que todo puede suceder. Esta novela fue publicada en entregas en el periódico New York Times y ahora nos la presentan en forma de libro y con un capítulo añadido. Seguramente no es mejor que The Concrete Blonde o Echo Park pero The Overlook es una de las mejores novelas cortas de éste autor. Por eso no hemos podido escribir mas en el blog. Ni modo.
Categoría: libros
El espejismo de Dios
Hablar de religión en estos tiempos es peligroso, por supuesto que no tanto como en la Edad Media pero aun así peligroso y hablar de no religión es mas peligroso aun porque la gente te ve con suspicacia, ya que al no profesar ninguna religión seguramente escondes algún problema, puedes ser sadomasoquista, violador de niños o algo peor, ya que se supone que al no practicar un culto careces de valores éticos que te otorga el estar en una creencia organizada, de hecho prefieren de vecino a un protestante que a un ateo. Leer The God Delusion de Richard Dawkins ayuda a explicar mucho de lo que pasa por la mente de todos los creyentes y nos ayuda a entendernos a nosotros los que no creemos. ¿Todos los ateos son iguales? No, ya que hay diferentes grados y diferencias de opinión como en todo y aquí encontrará las respuestas que estaba buscando para justificar el no creer en un Dios que está al pendiente libreta en mano de lo que hace y piensa cada uno de los habitantes de éste planeta. Un libro interesante escrito por un biólogo genetista que ahora está al frente de la Iglesia de no creer en nada, Dawkins es lo mas cercano ahora a ser un Papa de los sin Papa. Otro libro que me impidió dedicarle mas horas a poner al día al blog pero valió la pena por la profundidad de la lógica de este pensador. Excelente manera de comenzar el año.
Detectives en diciembre
Para perder el tiempo en este mes elegimos la primera novela de una escritora llamada Theresa Schwegel y que fue merecedora del Premio Edgar a la mejor primera novela en el año de 2006. Un premio que otorga la Asociación de Escritores de Novelas de Misterio de los Estados Unidos, de tal manera que Officer Down parecía un libro interesante con el cual pasar el tiempo en estos días en los que las cosas están lentas en la empresa. La trama ya lo sabe usted como en casi todas las novelas de este estilo es sencilla pero se complica a lo largo de las páginas del mismo para al final envolver en una red de corrupción a todo el Departamento de Policía de Chicago. La heroína es Samantha «Smack» Mack quien se esconde detrás de una fuerte personalidad y una cortina de humo por los cigarrillos en cadena que fuma. No muy bien escrito, es su primero, pero bien llevado el hecho de escalar un simple hecho delictivo (la muerte de un policía en función) hasta hacer caer las cabezas mas grandes del departamento por corrupción. En realidad el género puede dar mas desarrollando todos los elementos noir que lo hicieron famoso en los 40 y 50’s. Asi que un buen divertimento de fin de semana y nada mas.
La genética y sus peligros
Como todos los años estoy siempre pendiente de lo que escribe Michael Crichton y ahora tocó el caso de su nueva novela «Next» que como ha sucedido en los últimos años como libro es un desencanto leerla. Hace mucho que dejó de escribir narraciones que nos importaran ahora se dedica a meternos por la garganta a fuerzas todo lo que él piensa de los problemas del mundo. En éste caso viene a ofrecernos su visión muy particular sobre el misterio de la genética y las repercusiones que ya está teniendo en nuestras vidas. Por supuesto que como hombre de ciencia (soy ingeniero) comparto todo lo que tenga que decir al respecto, le doy la razón, pero extraño sobremanera al novelista de «Jurassic Park», «Eaters of the Dead» y «Timeline». Es necesario decir que hasta el momento no ha escrito un libro aburrido, es un buen narrrador y lo demuestra en cada novela, teniéndonos pendientes de los destinos de un chimpancé modificado y cruzado con humano y por supuesto un perico gris que habla mejor que cualquier párvulo de secundaria. Hay de todo: balazos, persecuciones, detectives privados, divorcios, algo de sexo (no es su fuerte) pero aun así no recomendaré ampliamente éste libro a ninguno de mis lectores sólo a los mas fervientes fans de Crichton (como el que escribe).
Cuando el Beisbol era rey
Una razón mas para no estar pendiente del blog me la proporcionó la semana pasada el escritor norteamericano John Grisham, de quien soy fan devoto desde hace muchos años. Un escritor con muchas limitaciones en su escritura pero que no ha sido de ninguna manera una traba al momento de buscar nuevos derroteros en sus escritos. De los dramas de juzgado a los que nos tenía acostumbrados en los noventa ha pasado a escribir jocosas historias de navidad y libros en los que los personajes buscan la redención de si mismos. Se por supuesto que hace mucho no escribe un libro que se destaque, tal vez el último fue «El Testamento» pero nunca dejo de adquirir cada uno de los que va sacando año tras año. Es una vieja costumbre que no pienso perder y que ahora que Karla mi hija regresó de Vancouver recordó y me trajo su nuevo material llamado «A Painted House» que nos narra una historia en el sur de los Estados Unidos, específicamente en el pequeño pueblo de Black Oak, Arkansas (cuna de Jim Dandy yo creo) y en donde un niño de 7 años nos lleva a conocer a los mexicanos y hillbillies que son contratados cada año para ayudarles a recoger el algodón. Una historia de crecimiento personal, de descubrimiento del amor y donde no encontrará personajes inocentes, al final todos somos culpables de algo en la vida. Vale la pena leer las páginas de esta novela para recordar el tiempo en el que sólo por radio se podían seguir las peripecias de los Cardenales de Saint Louis y donde aun no había tanto escándalo en la pelota.