Caos en Vivo desde Stuttgart

Puntuación: 4 de 5.

Me tocó conocer al grupo alemán Can, creo que en 1976, por medio de un álbum que compré en una visita a Los Angeles. No fue una buena experiencia, en ese momento me fueron demasiado experimentales y solo disfruté ese álbum, Soon over Babaluma, hasta muchos años después. Mis oídos no estaban preparados para conocer el krautrock en ese entonces.

El problema es que no sabía como se grababan sus álbumes, eso lo supe mucho tiempo después, y el proceso no consiste, como es normal en otros grupos, en componer las canciones, ponerle letras, arreglarlas y producirlas decentemente. En el caso de este grupo el proceso es diferente: en primer lugar los músicos consumen una buena cantidad de hongos alucinógenos, ácido y algún tentempié y se encierran todos con los instrumentos hasta por seis o siete horas a tocar en un estudio mientras la esposa del guitarrista graba todo y posteriormente, una vez que todos están buenos y sanos, escogen pedazos que parezcan canciones y los ponen en el álbum.

Así que es por eso que no abundan los álbumes en vivo de este grupo ya que ese proceso en vivo es mas complicado, sin embargo abrimos el 2022 con un par de grabaciones que alguien realizó en 1975 de conciertos del grupo. La primera es la que tengo aquí llamada Live in Stuttgart 1975 y que sorprende por lo bien grabada que está por alguien que se conectó a la consola y guardó esto hasta ahora.

Por supuesto que no hay canciones como tal, solo grabaciones de cinco momentos numerados del 1 al 5 en Alemán y que van en tiempo desde los 9 minutos y medio, la mas corta hasta los 36 y medio la mas larga.

Ya el vocalista no estaba con ellos y quedaba solamente el grupo compacto original: Holger Czukay en el bajo, Jaki Liebezeit en batería, el excelente Irmin Schmidt en teclados (aun sin sintetizadores, pero nadie los extraña) y el líder y también excelente Michael Karoli en guitarra.

Por supuesto que la música es un largo jam en el que los músicos se comunican telepáticamente y van caminando alrededor de una idea con momentos que van desde los mas lúgubres hasta los majestuosos como el final del parte «Zwei» con su guitarra explosiva.

Si hay que escoger un movimiento me quedo con el «Vier» y su ritmo de caballería que refleja el espíritu del álbum perfectamente.

Conozco personas que son fans de este grupo y a mí en lo personal me llevó años entenderlos pero ahora puedo disfrutar grabaciones como esta y extrañar esa visita a Los Angeles, ya que de hecho al escuchar Soon over Babaluma aun puedo saborear un pay de limón que conocí en ese viaje y que quedo mezclado en mis sentidos con la música. Desconozco el porqué, pero aun lo siento en la lengua.

4/5 estrellas y estoy esperando el segundo álbum en vivo.

Tributo al Fluido Rosa

Puntuación: 3.5 de 5.

En 1977 fue el año en el que inicié mi carera de Ingeniería Química y mis gustos musicales siempre fueron en contraposición con los de toda mi generación, solamente en preparatoria encontré quienes supieran y conocieran a Yes, King Crimson y Pink Floyd, así que desde el punto de vista musical fueron 5 años muy solitarios.

Precisamente ese año apareció uno de los álbumes definitivos del grupo inglés, Animals aunque yo lo compré un par de años mas adelante, y ahora para celebrar sus casi 45 años sale a la venta un álbum llamado Animals Reimagined; a Tribute to Pink Floyd en el que se juntó un buen grupo de artistas a recrear el álbum con sus propias interpretaciones.

Abre el álbum la corta «Pigs on the Wind» que interpreta bastante bien Nick van Eede (Cutting Crew) voz y Martin Barre (Jethro Tull) en la guitarra. Muy corta, pero es un placer escuchar a Barre siempre.

Sigue mi favorita del álbum (este) «Dogs» por la fidelidad y respeto que mostraron al espíritu de la canción un grupo heterogéneo: Graham Bonnet (Rainbow) voz, Vinnie Moore (UFO) en guitarra, Kasim Sulton (Utopia) en el bajo, Jordan Rudess (Dream Theater) en teclados, Pat Mastelotto (King Crimson) en batería. Seguramente la mas fiel ya que se abstuvieron de mostrar virtuosismo que sabemos poseen.

«Pigs (Three Different Ones)» con su fantástica letra de desprecio al poder (Charade You are) es interpretada aquí por James LaBrie (Dream Theater) voz, Al Di Meola guitarra, Joe Bouchard (Blue Öyster Cult) en bajo, Patrick Moraz (Yes) en teclados y Billy Cobham (¿con quien no ha tocado?) en la batería. Di Meola es un genio pero aquí extraña uno a Gilmour.

La última gran canción es «Sheep» y es una gran decepción porque como se dice en México, «le quieren echar mucha crema a los tacos» y se deforma el original, pero ¿que esperaba uno de un Rick Wakeman (Yes) en teclado? acompañado aquí de las vocales caóticas de la oscura personalidad del rock de antaño Arthur Brown cantando letras bíblicas, Jan Akkerman (Focus) en una muy buena guitarra, David J. (Bauhaus) en bajo y la batería imaginativa de Carmine Appice (Vanilla Fudge). Solo Wakeman se escucha fuera de sitio.

Cierra el álbum «Pigs on the Wing pt. 2», muy corta con Jon Davison (Yes) en voz y Billy Sherwood (Yes) guitarra junto a la leyenda inglesa Albert Lee en voz y guitarra perfecto con su tono blues para cerrar.

El álbum original fue caótico, no tan refinado como los dos anteriores, pero fue una férrea defensa contra la avalancha punk que había invadido el planeta. Precisamente porque los jóvenes ya no querían escuchar canciones largas como las que vienen en este álbum y Pink Floyd respondió dos años mas tarde con The Wall (que es doble).

3.5/5 para este álbum que vale la pena solo por el gran despliegue que hizo el señor de recursos humanos que contrató a este grupo tan heterogéneo.

Japanese Breakfast se Despide del Indie

Puntuación: 4 de 5.

Japanese Breakfast es el nombre artístico de Michelle Zauner (compositora, guitarra y cantante) y era un secreto bastante bien guardado entre la comunidad indie de música. Se escuchaba en blogs y algún artículo casual y no había tenido tiempo de escucharla, sin embargo pasaron dos cosas este año. La primera es que Michelle, publicó un libro sobre lo que es vivir en Estados Unidos con su ascendencia coreana a cuestas y, sorpresivamente, fue un éxito de librería Crying in H Mart fue bastante bien recibido aun entre los que no conocen su música y por otro lado el NY Times recomendó a la artista y sus conciertos por la espontaneidad de los mismos gracias a la personalidad de la Srita. Zauner y su manera de conectarse con la audiencia, lo cual se pudo constatar con el par de conciertos que dio en nuestro país y fueron muy comentados.

Su nuevo álbum apareció hace un par de semanas llamado Jubilee y suena bastante bien, sobreproducido en ocasiones, aun le falta encontrar el balance perfecto ya que se enamoran de la consola y le quieren agregar hasta corno inglés y marimba, sin embargo es un álbum interesante con puntos altos («Paprika») y canciones indie («Tactis») lo que demuestra que aun no se decide a dejar el nido, pero al escuchar «Be Sweet» sabemos que quiere buscar un lugar en pop mundial y tiene con qué. Mi favorita es «Slide Tackle» con sus solos de guitarra y saxofón que si te hace sentir lo que proyecta y cierra el álbum con un par de buenas canciones Lo-Fi y Shoegaze que fue como originalmente comenzó.

Así que Michelle es una buena apuesta a futuro y este álbum nos muestra unas letras frescas que saben de dolor juvenil que lo mismo llora por el amor de preparatoria que busca hacer sufrir a su nuevo amor. Decídete.

Es un álbum divertido y nos muestra que ya dejó atrás la recámara donde grababa mientras cuidaba a su madre, como solo en las culturas orientales lo hacen.

4/5 estrellas para el álbum.

Un Clásico Instantáneo de Country Pop

Puntuación: 5 de 5.

Aunque tiene muchos años trabajando, su primera presentación en la radio fue cuando tenía 8 años, Brandi Carlile prácticamente se dio a conocer cuando sacó su álbum By the Way I Forgive You del 2018 con el cual se llevó tras Grammys de los seis a los que estaba nominado y por su trabajo con el supergrupo country The Highwomen que es mas tuvieron mas publicidad que buenas canciones.

Ahora en el 2021 tenemos una continuación de ese álbum, así se siente, ahora llamado In These Silent Days en el que el trabajo hecho por ella y sus compañeros de viaje Phil y Tim Hanseroth llevan al máximo el crossover de Americana, Country y Rock como solo ellos lo saben hacer.

Estoy convencido que este álbum en el futuro será un clásico del que muchas personas harán covers y hablaremos de recuerdos que cada una de sus canciones nos traen.

Las influencias de la cantante son evidentes, desde Elton John y su piano en canciones como «You and Me on the Rock» o esa oda a Joni Mitchell llamada «This Time Tomorrow» en la que nos canta:

When the fire inside that burns so bright begins to grow faded

It can be hard to see the ground on which you stand

Though you may not be afraid of walkin’ in?the?darkness

You?will feel like?a stranger in?this land

Pero lo mejor son las canciones con las que abre «Right on Time» y cierra «Throwing Good after Bad» este álbum en el que, al piano, canta como solo ella lo sabe en ese registro tan particular.

Sin embargo mi favorita, no solo de este álbum, tal vez del año es la canción de «Broken Horses» que con sus dos solos de guitarra al final es lo mas parecido a escuchar la radio en los años setenta cuando aun se hacía buena música. Es una canción y un álbum que puedes escuchar y sentirte de nuevo en esa época en la que lo que importaba era cantarle directamente a esa persona que estaba detrás de la bocina y solo a esa.

Un clásico instantáneo al que se siente poco darle 4.5/5 estrellas, pero bueno, solo a Dios le damos la calificación máxima.

Por cierto este video fue dirigido por Courteney Cox, Monica de Friends, que es su amiga:

Recuerdos de Japón en Manos de un Nobel

Puntuación: 4 de 5.

El año pasado fue mi año Thomas Hardy. Leí sus obras principales porque tenía tiempo por la pandemia. Este año mi vista se vuelca al inglés Kazuo Ishiguro que llegó de Japón a los cinco años de edad, así que toda su obra es en el idioma de Shakespeare.

Tengo interés en un solo libro de él, pero bueno, quiero llegar a él en orden cronológico así que leeré los seis libros anteriores de este Premio Nobel de Literatura.

Su primera obra es esta: Pálida Luz en las Colinas. Obra de juventud pero que lo puso en el escaparate por la elegancia de su pluma, sus largos párrafos y su descripción de la vida cotidiana como solo un buen observador lo puede lograr.

Tenemos aquí a tres madres y su relación con su descendencia no podría ser mas diferente, nadie juzga, el escritor no lo hace, pero tú como lector seguro lo harás y tendrás juicios que reservarás hasta el final.

Un camino muy lento en donde casi todo transcurre en un Verano en la ciudad de Nagasaki (donde nace el autor) recién terminada la Segunda Guerra Mundial y con los sobrevivientes buscando como rehacer su vida unos años después de la rendición aunque la normalidad se asoma a la vuelta de cada esquina.

No es un libro espectacular, ni forma parte de la temática que el autor tomó en sus obras de madurez, pero es un libro honesto en el que podemos reflejar nuestros miedos, nuestras carencias como madres o padres y el carácter difuso que la figura paterna usualmente lanza sobre su familia.

Me gusta mucho el carácter débil/fuerte de la mujer japonesa y como lo dibuja perfectamente Ishiguro.

3.5/5 estrellas.

La memoria, me doy cuenta, puede ser algo poco confiable; a menudo está muy coloreado por las circunstancias en las que uno recuerda, y sin duda esto se aplica a algunos de los recuerdos que he reunido aquí.