Enemigo público

Chips espi?as

No ha existido ningún presidente que haya hecho mas por la teoría de las conspiraciones que George W. Bush. Casi el 40% de los estadounidenses están convencidos que su propio gobierno tuvo algo que ver con el 9 de septiembre y los porcentajes de aprobación de su aguerrido presidente son comparables a los que tenía Nixon cuando fue obligado a renunciar por el escándalo de Watergate. Entonces ¿por qué no se va? Bueno, esa pregunta nos la hemos hecho muchos habitantes de éste planeta pero parece que tendrá que ser una mujer la que lo saque de ahí ( way to go Hillary!) En medio de toda la vorágine de noticias que nos indican que el presidente de los Estados Unidos está haciendo con los estadounidenses lo mismo que tengo en mente hacerle a Scarlett Johansonn si me la encuentro en un lugar oscuro como a las cuatro de la mañana aparecen sitios de Internet incitando a la rebelión o a sacar al presidente de su puesto y por supuesto libros que muestran los cuestionamientos ocultos contra todo lo que está siendo usado contra inocentes ciudadanos que no saben lo que se avecina. Es el caso de la investigadora Katherine Albretch quien buscando material para una tesis doctoral decente le llegó noticia de que había unas audiciones sobre una tecnología reciente llamada RFID y de la que no sabía nada. Asistiendo a la junta se dio cuenta inmediatamente el peligro que implicaría para cualquier ser humano el hecho que hubiera entidades que pudieran seguir los pasos de cualquier individuo en su vida personal. Algo que parece sacado de una película de Will Smith ¿Enemigo Público? ¿Yo, Robot? O ¿¿El día de la Independencia? En cualquiera de ellas estamos frente a una tecnología que ha sobrepasado al ser humano y se erige en una amenaza para su creador. En la tercera de esas producciones la tecnología es de fuera de éste mundo, pero aun así es tecnología. El caso es que esa tecnología existe aquí y ahora y empresas como Walt-Mart la están utilizando para saber que tanta pasta de dientes le pone a su cepillo todos los días en su casa y como se rasura y que tan seguido. ¿A poco no le da miedo saber que de solo entrar a una tienda departamental pueden saber el tipo y color de ropa interior que está utilizando éste día y a cuanto ascienden sus compras a lo largo de su vida. Esos minúsculos chips que por su pequeñez se están haciendo de una ubicuidad asombrosa están regados por suelas de zapatos, costuras de la ropa, en plumas que compra, relojes y no se diga en las tarjetas de crédito o débito que le otorgan muchas empresas para mostrarle su “gratitud” otorgándole puntos por cada compra, pero que en el fondo lo que desean es aprender sus hábitos de consumo. Ya comienzan a aparecer en tribunales archivos que muestran perfectamente donde estaba usted cualquier dia de la semana y a cualquier hora. Es verdaderamente la hora del “Gran Hermano” que previó George Orwell en su novela 1984. En este libro la autora junto con su socia en Caspian Liz McIntyre nos llevan capítulo por capítulo mostrándonos quien está detrás de esta traición y ésta conspiración para saber quienes somos, que comemos, adonde vamos, cuanto valemos en compras anuales y como con ejemplos reales nos enteramos que no solo las grandes corporaciones están espiándonos sino también el propio gobierno que pretende saber todo, absolutamente todo sobre nosotros. Un libro escalofriante por las implicaciones a nuestra privacidad y que hace que muchos de nosotros quisiéramos regresar a la época del trueque para evitar enviar señales a quienquiera que esté escuchando tras las paredes. No tome mi palabra, mejor lea éste libro y como decían en las películas de Hollywood. Tenga miedo, mucho miedo porque esto es solo el principio de lo que pronto será una sociedad presa de sus propios gobiernos, si no hacemos algo al respecto. Chips Espías

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